lunes, 9 de junio de 2014

Plato de Dresden


En mi particular recuerdo de antaño, quiero traer a mi memoria una casa muy vieja, según se podía leer en sus vigas: LA CASA DE MIS ABUELOS.




Allí, en una calle de tierra, había una casa de piedra, barro y madera; 
una casa de pueblo en tiempos de campo y subsistencia. 
Un camino lleno de esfuerzo y de celebraciones junto a los míos.

Una casa especial, humilde como la que más y escasa en comodidad, pero muy querida al albergar los veranos de mi niñez.

La puerta principal partida en dos y con una gran llave de hierro, nos introducía en la casa, siempre acogedora de cualquiera que cruzase su umbral.

Ya dentro encontrábamos una habitación en la que no se sabía cual era su cometido, de los muchos que tenía asignados. A la derecha, la estancia principal con mayúsculas: LA COCINA, corazón de la casa donde, sin importarnos sus apreturas y escasos muebles, comíamos, charlábamos, compartíamos en familia, con los vecinos que formaban ya parte de ella, sentados alrededor de la mesa en sillas de enea.







Otra de las estancias, la cuadra: lugar para los animales y sitio de paso hacia el corral: gallinas, conejos, cerdos y también el fregadero-lavadero donde caía un agua clara y fría; allí se hacía la colada con un jabón hecho en casa que tenía un intenso aroma a limpio. 


Aquel corral en el que nos lavábamos el pelo al sol, jugábamos en el carro que había aparcado y vivía interminables historias de castillos y princesas. ¡Cómo me gustaba!¡Que bien me lo pasaba! Aún hoy me traslado a aquel lugar y disfruto sólo con recordarlo.




Volviendo a la casa, laberinto de rincones y dependencias, nos encontramos con otra puerta -que siempre estaba abierta- y que daba paso a las escaleras, acceso a los pisos superiores.
 

Una vez alcanzado el primer piso, las habitaciones: tres grandes, con suelo falto de nivel y paredes abombadas. La de mis abuelos tenía un arca almacén ropero -donde mi madre estudió como pudo- camas de muelles y colchones de lana que todas las mañanas había que ahuecar, así como el preceptivo orinal.


Una de ellas tenía un mueble de madera con una palangana de loza, artilugio de aseo por aquel entonces, y una baldosa suelta en el suelo a través de la cual se podía ver lo que acontecía en el piso inferior......era como de cuento.


Un balcón de piedra blanca por donde trepaban los rosales y escenario de todas las funciones de una niña princesa, que servía, a la vez, de techado al lavadero.


Asimismo, en la despensa se alineaban las jarras de barro conteniendo muchos productos derivados del mata-cerdo; pilas de botes de conserva y un gran amasador consistente en una gran artesa donde se amasaba pan y pastas, y rodeada de cestas, mandiles y herbario.

En el último piso, con techo y paredes sin remozar, estaba el secadero natural de las cosechas que allí iban y venían con las estaciones. Más tarde, se extendieron los productos para su secado y algún que otro trasto daba cuenta de que nos encontrábamos en el desván: revistas de costura antiguas, fotonovelas, aperos de labranza, ropa vieja, muebles desvencijados, trastos… que me encantaba en cada viaje descubrir.

El despertar del gallo por la mañana; el tañido de las campanas; el frío de la noche o el apretado calor de la estufa de leña; el vibrar del agua limpia y muy fría; la simplicidad de la vida diaria;  el cielo más hermoso lleno de estrellas, me traen a la memoria aquellos momentos tan entrañables que convertían la vida cotidiana en algo mágico.




Una casa que hoy sólo existe en mi memoria.
Fueron veranos vividos, compartidos y ahora recordados con mucho cariño desde lo más profundo de mi corazón en los que siempre aparece la figura de los abuelos, de aquellas manos ancianas que animaban a los más mayores entre llamadas de atención e historias que contar.


GRACIAS A ELLA APRENDÍ ….. ¡TANTAS COSAS!

GRACIAS POR TODO AQUELLO ABUELOS.


Hace tiempo que tenía ganas de contar esta historia. Espero que os haya gustado. Es parte de mi vida. 


Gracias por vuestro tiempo y por vuestros comentarios. Muchos besos a todas.