lunes, 14 de enero de 2013

EL COMIENZO ...

      Cómo le pasó a Mafalda, todo empezó por casualidad y sin que me propusiera ningún reto ni a corto ni a largo plazo.
      Toda esta aventura en la que poco a poco, y sin darme demasiada cuenta, me voy metiendo comenzó en febrero de 2012, paseando por el casco antiguo de mi querida ciudad, Valencia.

     Pues bien, como decía, en mi paseo me encontré una tienda en la que no sabía muy bien si lo que había en el escaparate se vendía o era solo de exposición; pero lo bien cierto es que las colchas, la muñequería, los manteles, los pequeños detalles eran una preciosidad.

     Me decidí a entrar y preguntar; enseguida me explicaron que se trataba de un tienda-taller de Patchwork. De esto solo conocía la palabra “patchwork”, nada más. 

     Nunca había mostrado ningún interés por la costura -bueno, un poco de punto de cruz-, y sin pensarlo mucho más, me apunte. A medida que pasaban los días -poco, hay que decirlo- me iba entusiasmando cada vez más; tenía prisa por terminar el trabajo sólo por ver como iba a ser el resultado final. ¡Increible!

"Yo diría que nos pusiéramos todos contentos sin preguntar porqué"

      
  

No hay comentarios:

Publicar un comentario